El nombre de Yuba viene de la "película" o "capa" que se forma al calentar la leche, tiene pequeñas arrugas parecidas a las de una anciana y una forma de decir “mujer anciana” en japonés es “uba”, que luego derivó a Yuba.
Debido a que los monjes budistas no comen carne, la Yuba es una fuente ideal de proteínas. Según dicen, los monjes zen llevaron la receta a Japón desde China durante el periodo Kamakura (finales del siglo XII a principios del XIV).
Ingredientes para hacer yuba en casa:
- 300 gramos de frijoles de soya.
- 3 tazas de agua
Preparación:
Deja en remojo los frijoles, judías, caraotas, habichuelas o como le digan en donde te encuentres, durante una noche. Introduce en la licuadora (si es potente) junto a 3 tazas de agua caliente, bate hasta que quede una mezcla homogénea. Vierte la mezcla en una olla y calienta durante 15-20 minutos, retira del fuego y escúrrela mediante una malla y con ayuda de unos guantes para evitar que te quemes las manos, así obtendrás leche de soya.
Una vez obtenida, calienta la leche de soya (sin hervir) durante 8 o 10 minutos sin remover. La temperatura debe oscilar más o menos en los 80 grados. Verás como lentamente se forma la capa de nata en la superficie.
En cuanto observes que la capa se torna de color amarillenta y que tenga un espesor considerable, introduce un hashi por uno de los extremos de la circunferencia teniendo como referencia el centro de la misma. Tienes que armarte de paciencia, por lo general las dos primeras capas no resultan bien del todo.
Un tip importante, con la ayuda de un cuchillo separa los bordes que se adhieren a la sartén u olla antes de introducir el hashi o palito de madera.
Se puede comer acompañado de soya y wasabi. También puedes usarla para elaborar harumakis o gyozas.